Mostrando entradas con la etiqueta E.E.U.U.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta E.E.U.U.. Mostrar todas las entradas

domingo, 8 de junio de 2025

EBOOKS GRATIS DE AGRICULTURA-COMO HACER COMPOTS




LAGOON OF SONSO / BUGA / COLOMBIA BIRD SIGHTING. LAGUNA DE SONSO/AVISTAMIENTO DE AVES


















En la Laguna de Sonso encontramos el Centro de Educación Ambiental Buitre de Ciénaga, el cual está próximo a la carretera que conduce de Buga a Loboguerrero; fácil acceso, tanto por la ubicación como por el estado de la vía, presenta buen potencial educativo y recreativo, así como seguridad para los visitantes. Se encuentra dentro de un área natural protegida, lo cual facilita su labor.
La reserva cuenta con un centro de educación ambiental denominado BUITRE DE CIENAGA, que ofrece al visitante un salón de auditorio y batería sanitaria.
Es el principal humedal en la planicie aluvial del río Cauca y en la jurisdicción de la CVC. En él se pueden encontrar muchas especies de aves incluyendo residentes y migratorias de Norte América y de otras regiones. La Laguna además de constituirse como un vaso regulador de las crecientes del río Cauca, es el último reducto del ecosistema lagunar autóctono de extensión considerable, que persiste en el Valle del Cauca, de ella también derivan su sustento diferentes familias ubicadas en El Provenir y Media Canoa. Además de los valores naturales que se convierten en gran potencial recreativo, cultural, educativo y científico.
Terrestre: Alrededor de la laguna, se puede parar a observar aves de la zona pantanosa y de playas.
Acuático: En botes para observación de aves de la zona lagunar.
        Sitios de interés: La Torre de observación en la península de Mata zarza, el bosque de las chatas en la parte oriental de la laguna y la panorámica sobre el río Cauca por el sector occidental, pesca con anzuelo y fotografía ambiental. 


¿CÓMO RESERVAR?
Por ahora la visita al lugar no tiene costo, pero debes solicitarla con al menos con 3 días de anterioridad al teléfono 318 7848923 o al correo electrónicoinfo@lagunadesonso.com, indicando:
1. El día de la visita
2. El número de personas
3. Y la hora estimada de llegada.
Ten en cuenta que para ingresar debes tener la confirmación de aceptación de parte nuestra. Este procedimiento está establecido para no superar la capacidad de carga del Centro, garantizar la calidad de la experiencia y evitar el deterioro del patrimonio natural que se conserva en el lugar.

¿CUÁL ES EL HORARIO DEL CENTRO?

El Centro está abierto para visitantes desde las 9:00 a.m. hasta las 5:00 p.m.
Para grupos interesados en actividades especiales como el avistamiento de aves, el ingreso al centro puede hacerse desde las 6:00 a.m. Los servicios de guía de avistamiento son ofrecidos por comunidades locales y tienen un costo asociado al tamaño del grupo y el tiempo dedicado a la experiencia. 

¿CÓMO LLEGAR? 
En la vía Buga-Mediacanoa, 250 metros antes de cruzar el Río Cauca se vira a la izquierda por carretera destapada en el sitio denominado Puerto Bertín, a 1,5 km se encuentra el Centro Ambiental Buitre de Ciénaga

In the Sonso Lagoon, we find the Vulture Environmental Education Center of Ciénaga, which is close to the road that leads from Buga to Loboguerrero; easy access, both for the location and the state of the road, has good educational and recreational potential, as well as security for visitors. It is located within a protected natural area, which facilitates its work.

The reserve has an environmental education center called BUITRE DE CIENAGA, which offers the visitor an auditorium and sanitary battery room.

It is the main wetland in the alluvial plain of the Cauca River and in the jurisdiction of the CVC. In it you can find many species of birds including residents and migrants from North America and other regions. La Laguna, besides being a regulating vessel for the floods of the Cauca River, is the last redoubt of the native lagoon ecosystem of considerable extension, which persists in the Cauca Valley, from which its different livelihoods derive from different families located in El Provenir y Media Canoe. In addition to the natural values ​​that become great recreational, cultural, educational and scientific potential.

Terrestrial: Around the lagoon, you can stop to observe birds of the marshy area and beaches.

Aquatic: In boats for birdwatching in the lagoon area.

        Sites of interest: The Observation Tower on the Mata zarza peninsula, the forest of the flatlands in the eastern part of the lagoon and the panoramic view over the Cauca River by the western sector, fishing with hook and environmental photography.





HOW TO BOOK?

For now the visit to the place has no cost, but you must request it with at least 3 days before phone 318 7848923 or email info@lagunadesonso.com, indicating:
1. The day of the visit
2. The number of people
3. And the estimated time of arrival.

Keep in mind that to enter you must have confirmation of acceptance from us. This procedure is established so as not to exceed the load capacity of the Center, guarantee the quality of the experience and avoid the deterioration of the natural heritage that is preserved in the place.



WHAT IS THE CENTER'S SCHEDULE?


The Center is open for visitors from 9:00 a.m. until 5:00 p.m.

For groups interested in special activities such as bird watching, entry to the center can be done from 6:00 a.m. The sighting guide services are offered by local communities and have a cost associated with the size of the group and the time dedicated to the experience.

Click here to see the addresses and telephone numbers of the CVC's regional offices.



HOW TO GET?


On the Buga-Mediacanoa road, 250 meters before crossing the Cauca River, turn left to the road uncovered at the site called Puerto Bertín, 1.5 km away is the Vulture Buitre Environmental Center



TENGO LA MISIÓN DE SEMBRAR MÍNIMO UN ARBOL. AYUDENME





SÍGUENOS FACEBOK/ASOPROMAY

BENEFICIOS DE SEMBRAR ARBOLES
Los arboles Producen oxígeno, MEJORANDO LA CAPA DE OZONO.
Purifican el aire
Forman suelos fértiles
Evitan erosión
Mantienen ríos limpios
Captan agua para los acuíferos
Sirven como refugios para la fauna
Su flora se multiplica
Reducen la temperatura del suelo Y DE LA TIERRA
Propician el establecimiento de otras especies
Regeneran los nutrientes del suelo
Mejoran el Paisaje y el planeta tierra .
Siembra un árbol así sea en el patio de tu casa. 

RESERVA NATURAL BONGO NEGRO/VERSALLES/VALLE DEL CAUCA/COLOMBIA--NATURAL RESERVE BONGO NEGRO / VERSALLES / VALLE DEL CAUCA / COLOMBIA







Francisco Ceballos es el nuevo protagonista de la serie Héroes del bosque. En su finca, ubicada en el municipio de Versalles, creó tres corredores ecológicos en los parches afectados por la ganadería. El proceso de restauración ya suma más de 170 hectáreas de bosque. Su tapete tupido de verde es visitado por pumas, tigrillos, zainos, armadillos y cientos de aves. Lo bautizó Bongo Negro, un árbol casi extinto en la zona.
Era el año 1997. Mientras Francisco Ceballos trabajaba en Bogotá como consultor en temas agropecuarios y de ordenamiento territorial, una llamada de su papá le causó un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo, como si una gota de agua helada le bajara por la espalda. Le informó que la edad le estaba pasando cuenta de cobro.
Inmediatamente fue a corroborar la mala noticia. Fue a visitarlo a La Gregoria, una finca de 150 hectáreas ubicada en la vereda La Aurora, en el corregimiento del Vergel, a dos horas del casco urbano de Versalles, municipio del norte del Valle del Cauca. Don Sigifredo vivía allí desde la década de los setenta, aislado del mundo y del desarrollo. Su única compañía eran 50 vacas y uno que otro perro que le avisaban cuando llegaba algún extraño.
Lo vio deteriorado y agobiado. No podía caminar por una severa hinchazón en sus pies, que lo obligó a postrarse en la cama. Los dolores de cabeza y la visión borrosa causadas por la hipertensión estaban desbocadas. Las pastillas ya no hacían efecto. Don Sigifredo, cercano a los 70 años, no tenía quien le ayudara a sortear los achaques de la vejez. Y lo peor de todo es que se rehusaba a irse de su hogar en las montañas de Versalles.
Francisco, nacido en Cali hace 62 años, pero con raíces en Antioquia, le propuso a su padre comprarle la finca, algo que al comienzo no le sonó. “No fue fácil convencerlo, y con toda razón. Llevaba más de 20 años con sus vacas y cultivando uchuvas, lulo y arracachas, productos que vendía en el pueblo; su corazón estaba ahí. Después de varios meses de intentos fallidos, mi papá accedió y me dijo que asumiera la deuda con el Banco Agrario. La compré para no dejar perder el trabajo de mi papá en estas tierras”.
Luego de cerrar el trato llamó a sus seis hermanos para ver cómo podían ayudar al padre de familia, divorciado hace muchos años. No podía seguir solo en la finca y aunque le propusieron contratar a alguien para que lo cuidara, el orgullo no lo dejó. “Le parecía un exabrupto que un hijo le comprara. Mi hermano menor, que vivía en el casco urbano de Versalles, lo recibió por un tiempo. Luego decidió irse a Cali, donde tenía varios amigos y familiares, y en 2012 se fue para Medellín. Nunca regresó a La Gregoria. En 2017, a los 88 años de edad, murió en mi casa en Copacabana”.



Nace Bongo Negro
Aunque La Gregoria tenía una gran cantidad de pasturas para el ganado, Francisco vio un enorme potencial en el bosque que logró sobrevivir. “Entonces mi motivación fue doble: tanto como tributo a mi papá como una posibilidad de conservar el hábitat y propiciar vida salvaje. Sin tener muchos conocimientos, ya que soy ingeniero agrónomo, estaba seguro que bajo esa mancha boscosa había un sinfín de animales y plantas”.
Los primeros recorridos por las 150 hectáreas de la finca, con alturas que oscilan entre los 1.700 y 2.000 metros sobre el nivel del mar, corroboraron su teoría. “Las zonas altas y bajas del terreno estaban llenas de bosque subandino, con presencia de animales de monte”.
Decidió dejar en pie la casa de bahareque de un nivel donde vivió su padre, con pisos de madera, techo de cinc, barandales azules, tres habitaciones, una cocina y un baño. Lo hizo como un homenaje. Sacó todo el ganado, ya que tenía un proyecto en mente: convertir la antigua finca agropecuaria en un centro de investigación para la ciencia.
Francisco abandonó Bogotá para radicarse en Versalles, donde trabajó dos años en el comité de participación comunitaria. Luego vivió en la antigua casa de su progenitor y sembró granadilla, lulo y café, pero no quiso repetir esa vida de ermitaño. Se fue para Medellín a hacer consultorías, pero destinó los fines de semana para recorrer La Gregoria y gestar su proyecto: negoció predios para ampliar el área de bosque y evitar que alguien llegara a talar.



En 2007 compró dos fincas más: El Ensueño y El Pensil, que junto a La Gregoria suman 189 hectáreas. “En 2010 adquirí otras ocho hectáreas, es decir que tengo casi 200. Decidí bautizarla como Bongo Negro, árbol también llamado cedro negro, que antes abundaba en la región. Hoy, la deforestación lo tiene al borde de la extinción”.



Corredores de vida
Con Bongo Negro a su nombre, Francisco pensó cómo podría reverdecer las zonas peladas por el pisoteo del ganado. Quería conectar las partes altas y bajas de la montaña, para que el flujo de los animales no siguiera interrumpido. William Murillo, uno de los vecinos del corregimiento del Vergel, le copió la idea y le extendió su mano amiga.
“El propósito era hacer tres corredores biológicos. Pero no fue un proceso de siembra o reforestación. En 2012, William tuvo una idea fantástica de encerrar las tres zonas con cercas para evitar que alguna vaca ingresara y dejar que la naturaleza hiciera lo suyo. Me dijo que con las semillas de los árboles y la cantidad de aves y otros animales, el bosque renacería solo. Así fue, el aislamiento permitió que se revegetalizara”.
Siete años después de la instalación de las cercas, los tres corredores biológicos hoy lucen como colchones tupidos de bosque, con especies como cedros amarillo, blanco, rosado y uno que otro negro, lechoso, balso, siete cueros, cerezo, guadua, palma de cera, helecho arborescente, orquídeas, bromelias y musgos. “Es maravilloso el poder de regeneración de la naturaleza. Caminar por los recovecos del bosque es respira un aire que purifica todo el cuerpo”, dice Francisco, quien vivió varios años en Alemania en sus épocas de estudiante.
A la fecha, de las casi 200 hectáreas de Bongo Negro, 85 por ciento está cubierto por bosque subandino, es decir más de 170 hectáreas. Además, en la zona nacen ocho quebradas que surten a cuatro veredas del corregimiento. “El que recorre los tres corredores biológicos le cuesta creer que antes eran pasturas para el ganado. Esto demuestra que mantener el bosque en su estado natural y dejarlo actuar por sí solo, valió la pena.



Ruta animal
La mente de Francisco siempre maquina nuevos proyectos. Con el éxito de los corredores en Bongo Negro, ahora está interesado en constituir la finca como reserva natural de la sociedad civil, trabajo que cuenta con el apoyo de la corporación Serraniagua, organización ambiental comunitaria que trabaja en seis municipios del Valle del Cauca y Chocó que conforman la Serranía de los Paraguas.
“Desde 2017 hacemos caracterizaciones en el bosque para identificar las especies que allí habitan, y así elaborar el plan de manejo ambiental que piden para la constitución como reserva. Estoy a la espera de pagar el último crédito que tengo con el Banco Agrario para iniciar con el papeleo ante el Ministerio de Ambiente”, asegura Francisco, que hoy vive con su novia en Copacabana, que hace parte del área metropolitana de Medellín.
Con el éxito de los corredores en Bongo Negro, ahora está interesado en constituir la finca como reserva natural de la sociedad civil.
El proceso de caracterización lo dejó perplejo. En 2018, una estudiante de doctorado de la Universidad del Valle, que Serraniagua llevó a la futura reserva, instaló cámaras trampas en los tres corredores para captar imágenes de la fauna, que arrojaron especies de toda la cadena trófica, desde guaguas o pacas, perros de monte, zorros, armadillos, zainos, zorrillos, venados, comadrejas, osos hormigueros y hasta tigrillos y pumas.








“Hay muchos compases, un ave que transita entre el Pacífico y los Andes. Cuando visito el bosque me encuentro con huellas y caminos abiertos por los animales. Me detengo a ver las madrigueras de los armadillos y a veces captó la sombra de monos aulladores. Analizó el suelo, las hojas, las semillas. Hay una mata que por el filtrado de la luz tiene manchas rojas, que acá llaman sangre de Cristo. Todo eso me maravilla, es el aliciente definitivo para seguir conservando y sirve de ejemplo para que los colombianos cuiden la naturaleza”.
La Serranía de los Paraguas, donde está ubicada Bongo Negro, abarca 250.000 hectáreas de tres municipios del Valle del Cauca (El Cairo, Versalles y El Dovio) y tres del Chocó (San José del Palmar, Sipí y Nóvita). Permite la conexión estratégica entre dos regiones altamente biodiversas: el Chocó biogeográfico y los Andes tropicales.

Imágenes de cámara trampa tomadas por la Fundación Serraniagua.
Según Cesar Franco, asociado de Serraniagua, esta serranía es un territorio de suma importancia a nivel mundial, y no solo por albergar ecosistemas del bosque lluvioso de las zonas bajas del Chocó y los de montaña de los Andes, sino por ser un nicho de biodiversidad representado en muchas especies hoy amenazadas por la deforestación.
“Ante el peligro que corre esta biodiversidad, la organización apoya a las comunidades que quieren constituir sus predios con bosque en reservas de la sociedad civil, para que sirvan de conexión entre grandes refugios de bosque o de especies. Hacemos gestión por medio de convenios o alianzas científicas con universidades para conocer la diversidad ecológica en estos sitios, como fue el caso de Francisco, donde instalamos cámaras trampa”.
Cristian Cardona, facilitador de Serraniagua, lidera el proyecto de monitoreo comunitario de fauna silvestre en la Serranía de los Paraguas. “Al darle información a la comunidad sobre lo que hay en sus terrenos, les brindamos herramientas o insumos para que lo planifiquen mejor. El ideal es empoderar a la gente en torno a la biodiversidad. Cuando aparece una especie amenazada, ellos sienten que tienen una mayor responsabilidad de conservar”.





Ecoturismo a futuro
Francisco, con un acento mezclado entre paisa y valluno, quiere generar conocimiento en Bongo Negro, además de ponerla a disposición de la gente. Ya tiene contempladas tres líneas de turismo para un futuro no muy lejano.
Imágenes de cámara trampa tomadas por la Fundación Serraniagua.
“La primera es una línea de turismo científico, con el fin de conocer lo que hay acá. La segunda es de turismo de naturaleza, pequeños grupos de no más de cinco personas que estén comprometidos con la conservación ambiental, los cuales dormirían en la antigua casa de mi papá y en otra que pienso construir con guadua. Y la tercera un turismo de bienestar, que en este caso estará enfocada en el avistamiento de aves”.
Y quiere más. Tiene proyectada una huerta orgánica para producir mermeladas de mora, guanábana, maracuyá, uchuva y jengibre, lo que complementará con su trabajo actual en Copacabana, donde vende alimentos artesanales como cacao, café orgánico, jaleas y miel de abeja pura. “La única producción que tiene cabida en Bongo Negro son frutales para sacar las materias primas. Alimentación sana para la gente”.
En Bongo Negro no coge la señal de celular. No hay televisión, radio, ducha y mucho menos conexión a internet. La estufa es de leña. El único contacto es con la naturaleza. Las comodidades sobran, ya que basta con la algarabía de los pájaros al amanecer, los frondosos bosques y la niebla que baja entre las montañas.
Repetir la historia
Lucas Felipe Ceballos es el único hijo de Francisco. Tiene 35 años, es politólogo y actualmente vive en Berlín (Alemania), donde trabaja como consultor en un proyecto de digitalización de información con el gobierno federal. Ha visitado varias veces Bongo Negro, pero aún no desarrolla ese amor por la naturaleza que tiene su padre.
A la fecha, de las casi 200 hectáreas de Bongo Negro, 85 por ciento está cubierto por bosque subandino, es decir más de 170 hectáreas. Además, en la zona nacen ocho quebradas que surten a cuatro veredas del corregimiento. 
“Le interesa, pero lo veo más como expectante de lo que yo pueda hacer acá. Me gustaría que cuando la edad me pegue duro, Felipe continúe con este proceso, que no lo deje morir, ya que es su herencia. Ojalá ocurra ese relevo generacional, como yo lo hice con mi papá. Ya llevamos casi 50 años con estas tierras”.
Espera que su hijo reciba esa batuta ambiental. Que cuando tenga 80 años y las rodillas ya no le den para caminar por el bosque, su retoño proteja el más grande de sus tesoros a capa y espada. “Si esa transición no llega a darse, donaría el terreno a una fundación seria y comprometida. No quiero que el sueño que logró cumplir mi papá, de tener una finca propia, llegue a su fin por caer en manos inescrupulosas. Espero que mi hijo haga lo mismo: que mantenga esa idea, para muchos descabellada, de conservar un bosque”.
Mientras tanto, Francisco continuará con su sueño de explorar la vida animal y vegetal de su terreno boscoso. “Este año vamos a hacer una expedición con un amigo experto en orquídeas. El ideal es publicar un manual con estas especies. Además, tengo proyectado hacer un vivero con 200 cedros negros, no para explotarlos, sino para evitar que desaparezca totalmente. Hacer lo mismo que hicimos en los corredores biológicos: dejar que la naturaleza actúe por sí sola. Es un aporte pequeño pero valioso”.
Amigo incondicional
William Murillo, un campesino de 50 años, no solo fue el artífice de los corredores biológicos en Bongo Negro. Desde hace siete años está a cargo de la finca de Francisco, un voto de confianza que depositó debido a su compromiso con el medio ambiente y por una amistad que esperan cultivar hasta viejos.
Ambos llegaron a un acuerdo. A cambio de convertirse en los ojos y oídos para la conservación del bosque subandino, William puede pastar sus 50 terneros en las pasturas que no han sido recuperadas. “Recorro la zona día de por medio. Miro que no haya cazadores o aserradores y que el ganado no atropelle las zonas boscosas. Es un acuerdo de gana y gana”.
Su idea de aislar los terrenos con pasturas para crear corredores ya la había hecho en una de sus fincas, la cual es reserva de la sociedad civil. “Llevo mucho tiempo trabajando temas ambientales. La experiencia me ha enseñado que la mejor forma de reforestar es aislar. En mi reserva de 90 hectáreas primero traté de recuperar las zonas sembrando, pero las especies morían. Aislando con un hilo de cuerda eléctrica todo va recuperándose solo”.
No encuentra casi palabras para describir la sensación que le causa caminar por el bosque. “El aire, los animales y los sonidos son maravillosos. Los árboles dejan un tendido de flores en el suelo que encanta a cualquiera. Yo disfruto más cuando estoy en el bosque que trabajando el ganado, y eso que siempre me he dedicado a esa actividad”.
Francisco continuará con su sueño de explorar la vida animal y vegetal de su terreno boscoso.
Su experiencia con el bosque ya le permite identificar las especies arbóreas con tan solo mirarlas. “En la finca de Francisco hay siete cueros, bongo, nuquetoro, balso, yarumo, encenillo, mantequillo y arenillo. Acá no sabemos lo que es una motosierra, por eso encontramos árboles de 100 años con más de 20 metros de altura”.
Nació en Versalles y no tiene contemplado irse. Vive a media hora de la finca de Francisco, junto con su esposa y sus dos hijos varones. Yesid, el mayor, decidió seguir sus pasos como protector del ambiente. “Siempre me acompaña a recorrer el bosque, es mi mano derecha. Desde pequeño le gustaron los animales y los árboles, una pasión que le cultivaron en la escuela, donde crearon el grupo Bosque Encantado. De bachiller hizo un trabajo con el bongo negro. Él me ayudó a hacer el plan ambiental de la reserva que tengo. Es muy bacano ese trabajo de padre e hijo”.
Yesid, de 20 años de edad, cursa sexto semestre de administración ambiental en una universidad de Roldanillo y no escatima agradecimientos a su padre por todo el conocimiento que le ha transmitido. “Siempre me iba con él a verlo trabajar. Un día, cuando lo vi haciendo cerramientos para los bosques, me llamó mucho la atención. Me inyectó ese conocimiento sobre la importancia de conservar los recursos naturales. Por eso escogí estudiar una carrera ambiental”.
En | Las cámaras trampa en Bongo Negro arrojaron imágenes sorprendentes de animales como guaguas, perros de monte, zorros, armadillos, zainos, zorrillos, venados, comadrejas, osos hormigueros y hasta tigrillos y pumas.




sábado, 15 de marzo de 2025

ALZHEIMER: TRATAMIENTO ALTERNATIVO NO FARMACOLOGICO CON ACEITE DE COCO

                             ALZHEIMER: TRATAMIENTO ALTERNATIVO NO
                               FARMACOLOGICO CON ACEITE DE COCO





ALZHEIMER: TRATAMIENTO ALTERNATIVO NO
FARMACOLOGICO CON ACEITE DE COCO
La "Hambruna Cerebral" Es un Sello Distintivo del Alzheimer.
El Alzhéimer es la principal causa de demencia y afecta la memoria, el pensamiento, la orientación, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la padecen casi 33 millones de personas en el mundo y, por el aumento de la expectativa de vida, se prevé que serán 92 millones para 2050.
Uno de los combustibles principales para su cerebro es la glucosa, que se convierte en energía.
El mecanismo para el uso de glucosa en su cerebro ha comenzado a ser estudiado recientemente y lo que se ha aprendido es que su cerebro en realidad fabrica su propia insulina2 para convertirla en glucosa en su torrente sanguíneo gracias a los alimentos que necesita para sobrevivir.
Como probablemente ya sepa, la diabetes es una enfermedad en la que la respuesta de su cuerpo a la insulina se debilita hasta el punto que su cuerpo deja de producir la insulina necesaria para regular el azúcar en la sangre y la capacidad de su cuerpo para regular (o procesar) el azúcar en la sangre en energía, esencialmente se ve afectada.
Ahora, cuando la producción de insulina en el cerebro disminuye, su cerebro literalmente comienza a morir de hambre, ya que no obtiene la energía proveniente de la glucosa que necesita para funcionar normalmente. Esto es lo que sucede con los pacientes de Alzheimer- porciones de su cerebro comienzan a atrofiarse o a morir de hambre, causando una alteración en el funcionamiento y eventualmente pérdida de la memoria, habla, movimiento y personalidad.
En efecto, su cerebro comienza a atrofiarse a causa de la hambruna, si se vuelve resistente a la insulina y pierde su capacidad de convertir la glucosa en energía.
Los beneficios de salud de los cuerpos cetónicos también podrían extenderse a otros problemas de salud, de acuerdo con la Dra. Newport:3
"Además, este es un potencial tratamiento para la enfermedad del Parkinson, Huntington, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica (ALS o enfermedad de Lou Gehrig), epilepsia resistente a los medicamentos, diabetes tipo 1 y tipo 2, en donde hay resistencia a la insulina.
Los cuerpos cetónicos podrían ayudar al cerebro a recuperarse después de una pérdida de oxígeno en los recién nacidos hasta adultos, podría ayudar a recuperarse después de un ataque agudo e incluso podría reducir los tumores cancerosos."
Cuerpos cetónicos y neuronas.
El cerebro necesita glucosa para funcionar y sabemos que para que la glucosa entre en las células necesitamos una llave: la insulina. Se ha visto que en las personas con Alzheimer, las cerraduras (los receptores celulares para la insulina) no funcionan debidamente, por lo que la glucosa no puede entrar y las células “se mueren de hambre”. Los ácidos grasos de cadena media (AGCM) presentes en el aceite de coco son utilizados por el cuerpo de una manera diferente a los de cadena larga; no circulan por la sangre en forma de lipoproteínas para ser almacenados como grasa en las células adiposas del cuerpo sino que son enviados directamente al hígado, donde son inmediatamente convertidos en cetonas. Posteriormente, el hígado libera rápidamente las cetonas al torrente sanguíneo, donde son transportadas al cerebro para ser utilizadas fácilmente como combustible sin necesidad de insulina.
Ácidos grasos de cadena media y Alzheimer
La causa del Alzheimer es desconocida, aunque se barajan diversas hipótesis. Las dos más respaldadas son la hipótesis colinérgica (un déficit en el neurotransmisor de acetil-colina) y la hipótesis de acumulación de péptidos β-amiloides y “tau” en las neuronas. Otras hipótesis son la citotóxica, la inflamación de las neuronas y el daño oxidativo. (Para más detalles sobre estas hipótesis, consultad aquí). En el año 2012, las noticias sobre el aceite de coco en relación a la enfermedad de Alzheimer comenzaron a hacerse un hueco en los grandes medios; coincidiendo con el fracaso de un medicamento avalado por las compañías farmacéuticas Pfizer y Medivation, cuando se encontraba ya en la fase 3 de los ensayos. Unos años antes, empezaba a conocerse la historia de la doctora Newport, cuyo marido tenía Alzheimer y no respondía adecuadamente a la medicación. Newport, que había leído ensayos sobre los ácidos grasos de cadena media en relación a esta enfermedad, decidió añadir aceite de coco en la dieta de su marido. Un año después, no se había curado, pero había mejorado… mucho. Esta doctora se basó en estudios preclínicos que estaban evaluando un medicamento llamado Axona. Ese medicamento, cuya finalidad era proveer al organismo de cuerpos cetónicos, demostró su efecto protector sobre las neuronas de ratón cultivadas in vitro en un medio rico en péptidos amiloides. En otro estudio, los ratones fueron sometidos a una dieta cetogénica (baja en hidratos de carbono) durante 43 días, y se comprobó una reducción del 25% en los niveles totales de amiloide-β. También se llevaron a cabo tres estudios en humanos, que concluyeron que el aumento de los niveles de cetonas implica una mejoría en los procesos neurodegenerativos. En otro estudio a doble ciego publicado en la revista Neurobiology of Aging participaron veinte sujetos con enfermedad de Alzheimer o deterioro cognitivo leve a los que se les dio o AGCM (ácidos grasos de cadena media) emulsionados o un placebo. Los investigadores observaron un aumento significativo en los niveles de cetonas después de sólo noventa minutos de tratamiento. Las pruebas cognitivas revelaron que este breve tratamiento AGCM facilitó un mejor rendimiento sobre los parámetros cognitivos.
Normalmente, la grasa que consume debe ser mezclada con la bilis antes de ser descompuesta para su sistema digestivo. Los MTCs van directamente a su hígado en donde son convertidos en cetonas, evitando la bilis por completo. Posteriormente, su hígado manda las cetonas al torrente sanguíneo, lo que ayuda a transportar las cetonas a su cerebro para ser utilizadas como combustible
Los estudios demuestran que las cetonas parecen ser el combustible favorito para los cerebros de los pacientes que padecen Alzheimer o diabetes
Usted puede estimular la producción de cuerpos cetónicos consumiendo aceite de coco. Se determinó que poco más de dos cucharadas de aceite de coco podría suministrar su cuerpo con 20 gramos de MTCs, que es la cantidad que puede ayudar a prevenir las enfermedades degenerativas neurológicas
Este artículo enlista otras formas que pueden ayudar a prevenir el Alzheimer y la Diabetes, así como la forma para mantener su mente aguda
¿Cómo tomar el aceite de coco?
Newport recomienda en su web comenzar con una cucharadita pequeña de aceite de coco, ingerida con alimentos, e ir aumentando progresivamente esta cantidad, dependiendo del caso, peso, etc., hasta llegar a unas 4-6 cucharadas soperas al día, repartidas en las comidas. Cabe mencionar que estas dosis son las recomendadas para personas adultas que padezcan ya Alzheimer u otras enfermedades neurodegenerativas que impliquen disminución de la capacidad neuronal para asimilar la glucosa como: demencia senil, Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiple, distrofia muscular progresiva, corea de Huntington, autismo, síndrome de Down, etc.
CONSULTE CON SU MEDICO ANTES DE UTILIZARLO












sitios turisticos, medio ambiente, agroecologìa, abonos organìcos, biopreparados, caldos bordeles, asesorìas, creditos, captura Co2, bosques,
bosque seco, humedales, lagunas,lagos, lago, humedal, acuiferos, rios,riachuelos, selva tropical, frutas, arboles, reforestar, reforestaciòn,
cultivos, maiz, cafè organico, taza de cafè, stevia,  moringa, semillas, semillas nativas, semillas ancestrales, productos agrìcolas, agua,
naturaleza, biodiversidad, conservar, cocina, cocina campesina, cocina tradiccional, trucos, asesorìas, biodigestores, ptar,piscicultura, acuicultura,
negocios, internacionales, noticias, colaboradores, reporteros, ingenieros, agronomìa, portafolio servicios, ventas, stevia, cultivo stevia,
cultivo mora, cultivo piña, cultivo aguacate, cultivo mango, trucha, tylapia, peces, paneles solares, kit paneles solares, aerogeneradores,
venta paneles solares, turbinas, microturbinas, plantas , plantas peltòn, flores, plantas medicinales, videos, fotos, turismo,lugares, paraisos turisticos,
fondas, restaurantes, hospedajes rurales, parques naturales, criaderos, aves, panaderìa, balnearios, proyectos productivos, colombia, asopromay,

reservas naturales, montes, porcicola, establo, cascada, juanchaco, la barra, ladrilleros, costa pacifico, buga, lago calima, eje cafetero, asociación, fundación, ong.

- CONCTATENOS


EMAIL: asopromayong@gmail.com

EMAIL: saymonventa@gmail.com

WhatsApp : +57 315 3202210 SAYMÒN




Archivo del blog

Seguidores